
¿Crees que somos egoístas?
He pensado mucho en ello…
No creo que esta situación que vivimos vaya a enseñarme el valor de lo que en realidad importa, y esto es algo de lo que se habla mucho últimamente. No necesitaba esta bofetada de realidad porque de enseñarme eso ya se encargó el cáncer hace justo 5 años. Sin embargo creo que todo va más allá, que estamos en una situación sin precedentes de la que únicamente saldremos adelante si estamos juntos, si trabajamos en equipo, y si nos preocupamos del prójimo tanto como de nosotros mismos. Porque un verdadero equipo no es el que tiene estrellas, sino aquel en el que todos los jugadores brillan con la misma intensidad.
Hasta ahora no es que vayamos muy bien, las estadísticas hablan. Hay quien sigue saliendo a la calle sin ser consciente de la consecuencia real de ese acto. Jóvenes que se siguen juntando a hurtadillas para tomarse algo, con ese egoísmo cínico porque nos hemos acostumbrado a preocuparnos únicamente de nosotros, a sentirnos independientes, a mirarnos el ombligo sin pensar que se trata de algo global y de que cada acción tiene una consecuencia, que puede ser que no nos afecte en primera persona pero está claro que puede afectar muchísimo a otros, incluso cobrándose vidas y destrozando nuestra economía.
Por aquí llevamos 10 días de cuarentena y la situación asusta, pero además me aterra muchísimo la insensatez; porque cuanto más tardamos en hacer las cosas como nos dicen, más se demora esta situación, más vidas corren peligro y más trabajos caminan en la cuerda floja… Una cadena de acontecimientos catastróficos, una realidad que supera toda ficción, algo que no creímos vivir jamás, y ahí seguimos, egoístas en muchos casos, incapaces de trabajar en equipo, de cumplir esas normas en beneficio de todos, incapaces de ayudarnos.
Luego está la otra cara, la de la ciudadanía abocada a ayudar tanto como sea posible. Personas cosiendo mascarillas, hoteles cediendo habitaciones, otros haciéndose cargo de las necesidades de personas de riesgo, los que hacen conciertos para amenizar las tardes, plataformas que se abren de forma gratuita, acciones para niños en redes sociales… Una multitud de actos que llegan al corazón. Precisamente esos actos, la bondad de tanta gente, y la valentía de los que están en primera fila convertidos en los héroes del hoy sin que nadie les haya preguntado si quieren serlo… Todo ello hace más difícil de comprender las acciones de quienes salen 4 veces al día al supermercado esparciendo por ahí su posible carga vírica. Me hace pensar que definitivamente somos completamente idiotas. Cuando aprenderemos que está en nuestra mano actuar como un equipo y remar todos en la misma dirección.
La vida nos pone en nuestro sitio y nos enseña precisamente eso, que la fuerza de un equipo es la salvación. La Madre Teresa de Calcuta dijo:
“Yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”
Gracias a todos los que estáis en primera fila, los demás debemos cumplir con nuestra parte, quedarnos en casa.
Os envío el mayor abrazo del mundo.
Vane,