
Gritar a los cuatro vientos que venciste, sentir como la vida te eriza la piel y llenar tus días de momentos inolvidables.
Después de pasar por un sinfín de operaciones, infinitas visitas al hospital, horas y horas de quimioterapia… Superado todo eso solo deberías enfrentarte a la experiencia de vivir con todas tus ganas. Pero seamos sinceros, eso no es así de sencillo.
Después de todo toca intentar recuperar tu vida, esa que quedó en stand by durante un tiempo, y en ese intento es cuando ¡PAF! ahí va de nuevo otra bofetada de realidad, de repente lo sabes… ya nada vuelve a ser igual, y empiezas a ser consciente de muchas cosas… que sin darte cuenta pasas de largo ante un espejo porque no quieres aceptar la realidad que éste te devuelve, que evitas las miradas en un vestuario por no incomodar a nadie, y eres consciente de que incluso en la intimidad evitas que puedan verte…
No es justo, me llevó mucho tiempo entender que nadie dicta las normas y desnudar mis miedos, pero lo hice y no me arrepiento. Lo hice por mí, por recuperar mi libertad y sobretodo lo hice sabiendo que ayudaría a quienes vendrán detrás.
Así es que hay una clara intención con estas imágenes… NORMALIZAR
Y podrás pensar… Normalizar, qué?
No pretendo que el cáncer sea algo normal, ojalá pudiéramos extinguirlo de nuestras vidas, pero el echo de que no lo sea, el echo de que siga siendo tabú en muchos aspectos hace que sea más complicado aceptarse cuando esa realidad te sacude, y eso provoca en el paciente otra lucha paralela a la enfermedad que no debería soportar.
La foto es de un proyecto llamado LA BELLA Y LA BESTIA ROSA.
La bella para mí representa la belleza de la propia vida que de repente se ve arrasada por una bestia enorme, fea y cruel por mucho que se camufle de rosa.
El proyecto nació de la propuesta de Gemma y Bárbara y nos juntamos un grupo de hombres y mujeres, todos pacientes de cáncer de mama. Distintos casos, distintas situaciones, distintas realidades pero siempre un objetivo común, hacer visible aquello que para muchos es invisible y reivindicar que deje de serlo por tabú, que si lo es sea por decisión propia y no por lo que puedan marcar estereotipos estéticos.
Podéis ver algunas de las imágenes aquí, y os avisaré de donde van estando expuestas, será por distintos hospitales.
Seguiremos luchando por dar visibilidad a la parte más íntima y lo haremos por todos esos casos que desgraciadamente nos seguirán, por hacerles un poquito más fácil la aceptación de ese nuevo yo, por conseguir que se vuelvan a querer cuanto antes…
Al fin y al cabo hay que aceptarse y quererse, quererese bien, bajo cualquier circunstancia… no lo olvides nunca.
Te mando un súper abrazo!
Vane