
Recuerdo el segundo día de radioterapia, mi YO enérgico que acababa la sesión e iba dispuesta a avasallar a preguntas a la pareja de sanitarios que me atendía…
-¿Me voy a cansar?
¿Estáis seguros?
¿Y si me mantengo súper activa?
-Te vas a cansar afirmaban
-Ya, pero… ¿Si hago mucho deporte, me cansaré igual?
-Sí, te vas a cansar, cuando estés por la mitad del tratamiento estarás cansada, agotada, hagas lo que hagas.
A estas alturas ya me conocéis, a tozuda no me ganan y al final ante su cara de asombro por no entender muy bien lo que pretendía con mis preguntas me salió una sonrisa pícara y les dije… Ya lo veremos, yo voy a probar y cuando acabe os lo cuento. En definitiva hacer deporte es una terapia excelente y si físicamente va bien, mentalmente ni te cuento, y esto en tratamiento es SÚPER MEGA IMPORTANTE.
¿Qué pasó en realidad?
La última semana de radio me apunté a jugar un torneo de padel, honestamente reconozco que se me fue un poco de las manos, y hubo partidos en los que me costaba la vida levantar los pies del suelo e intentar correr y si lo pienso ahora me digo a mí misma…. Hay que estar chalada, cómo se te ocurre!!!
En la última semana también empecé a notar que me ahogaba pero puntualizando, me ahogaba y me ahogo cuando voy a la montaña, noto una seria dificultad al respirar cuando hay desnivel, como si mi capacidad pulmonar estuviera afectada y me costó aceptarlo, la rendición me cuesta horrores y sé que no es una derrota es simplemente un cara a cara con la realidad….
¡Te están radiando! Si te cuesta respirar no pasa nada, frena, no hace falta subir a la cima…. Estás ganando día a día. Esto me lo dice mi yo racional ahora pero cuando estoy en acción lo que ocurre en realidad es que más de una vez necesito un tirón de orejas para ponerle un poco de cordura al asunto, a veces quiero que sea todo tan normal, tan normal que me olvido y me exijo como si no ocurriera nada.
Os confieso que esta tozudez es la que me salva, mis historias, mis cabezonerías, mis rutinas son las que me llevan salvando todo este tiempo… son unas aliadas geniales y acabé la radioterapia cansada al hacer deporte pero para el día a día, para seguir el ritmo de los peques, médicos e incluso un par de quimios por en medio el veredicto es: ¡GENIAL! 0 cansancio!
Consejo: Si estás en esta aventura y te toca pasar por radio, haz deporte, mantenerte activa es vital y el cansancio (en el día a día) no aparecerá.
Ah! Y la piel, ¡Cómo olvidarme! Sobrevivimos, crema a tope 4-5 veces al día, yo alterné varias cremas y aceite de rosa de mosqueta, no llevar prendas que rocen ayuda mucho, en mi caso es fácil una superwoman experta me dio un consejo ideal “fuera sujetador” y me ha ido genial para la piel, y para la otra… me he vuelto súper fan de las pezoneras de silicona, así resolvemos ese asuntillo que nos preocupa.
Y la conclusión es:
Oh Yeah! Movimiento al poder!
Acabé la radio estando estupendísima para mi día a día, muy feliz por encontrarme bien.
Además quemar un poco y hacer sitio para los turrones no va nada mal que la Navidad nos pisa los talones, yo declaro inaugurada la #OperacionMoverElCulo y hablando de Navidad y buenos propósitos, llegan proyectos que se hacen realidad y tendremos colchones nuevos para toda la planta de oncología del Hospital, ojalá nadie los necesitara pero si tienen que hacer uso por lo menos que sea con todas las comodidades.
Millones de besos para ti y nunca dejes de bailar!!!