
Ay!!! ¿Y por dónde empiezo?
Os dije que mi cabeza loca y mis neuronas quimioterapiadas me daban para un post entero… ¡Allá va!
Un día, por aquellos inicios del tratamiento, el oncólogo te comenta:
- No te preocupes si te notas más despistada de la cuenta, más olvidadiza o te cuesta concentrarte.
En ese momento la verdad es que parece hasta gracioso, y tu misma piensas, ¡Con la que tengo encima me va a venir de un poco de despiste!!!!
Durante todo este camino, hasta el día de hoy, gracias a este bendito Crep, me he encontrado con personas maravillosas que me han ido afirmando que sí, que las neuronas quimioterapiadas pasan factura.
Hoy, con casi un año de tratamiento, un año de diferentes quimios, un año de caña y mas caña al cáncer os puedo decir que: ¡Madre mía si se nota!
Supongo que a cada uno le afecta en un grado u otro, cada tratamiento es un mundo, cada dosis es un mundo y cada persona somos un mundo.
Los despistes al principio son graciosos, conectar la nespresso y hacer el café sin poner la taza tiene su gracia y estoy segura de que a más de un@ le ha pasado alguna vez, hacerte un zumo de naranja natural sin vaso ya no es tan corriente, se presupone que te concentras en cortar la naranja sin rebanarte un dedo, coges la mitad y la aprietas contra el exprimidor, quedarte mirando como cae tu zumo sin vaso no es lo más normal, os podría contar las mil y una batallitas.
Despiste tras despiste, lavadoras sin detergente, no recordar si te tomas o no la medicación, llevar a tu hija disfrazada de princesa, peinada y maquillada preparadísima para ir a una encantadora fiesta de cumpleaños que no existe, presentarte en un cumpleaños infantil sin regalo y así seguimos hasta mañana…
¿La última?
Esta semana estuve en un estudio de radio, me hicieron una entrevista, normalmente son por teléfono pero esta vez me invitaron a hacerla en directo, me encantó la propuesta, mi crep y vosotros me habéis llevado a muchas partes y ya van unas cuantas entrevistas pero nunca había estado en un estudio en directo y me hacía muchísima ilusión, ¿Qué pasó? Me confundí de pueblo, sí señores… tengo Gps y me llevó hasta la mismísima puerta del supuesto estudio de radio, pero de otro pueblo, existía la misma calle pero evidentemente no correspondía a estudio alguno, por suerte resultó que sólo estaba a 3 kms y aún llegue a tiempo para el programa.
Me olvido de mil cosas y otras mil que no sé si he dicho o me han dicho pero
¡Qué mas da! Llevaba unos días un poco angustiada con el tema hasta la última conversación con mi oncólogo, ahora soy más consciente de que es pasajero, la concentración volverá y no hace falta hacer 20 cosas al mismo tiempo, se trata de ir pasando fases y escuchando a nuestro cuerpo y si este pide calma para el coco, habrá que dársela, si en definitiva ahora tampoco puedo hacer nada para qué angustiarse o sea que tonterías las justas… ahora toca disfrutar de los días que vienen que ya le tenemos un pie encima a la Navidad y aquí, una menda, está de un ñoño indescriptible.
Otro día os lo cuento.
Ahora ya sabéis, quien se olvide de comprar el pan que no se preocupe, aquí una servidora y la mismísima princesa Ana de la coronación (Frozen) encarnada por Martina (mi princesa) nos preparamos para ir al cumple que no era nuestro cumple.
Como era eso… mal de muchos, consuelo de pocos? Soy malísima para esto de los refranes, pero ya sabes, a las penas… mejor les bailamos.
¿Te apuntas?